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Renacimiento

Renacer, volver a empezar, reinventar de nuevo lo que pensabas que sería igual hasta el final. La vida fluye por los caminos del destino como lo hace un río por su cauce, ¿piensas que el agua del río decide su camino hasta el mar o ya existía el cauce antes de que el agua lo recorriera?.
Del mismo modo que el cauce del río ya estaba ahí antes que el agua pienso que nuestras vidas recorren un camino que ya estaba decidido, por alguna razón ese camino del destino debe seguir determinado rumbo y está en nuestra condición aceptarlo de la mejor manera posible. Este determinismo se hace más patente en nosotros cuando la vida toma un rumbo inesperado, sólo nos queda entonces asumir como inevitable la nueva ruta. En la obra de k-ant este destino existencial queda representado en la sucesión de colecciones que explican cada giro de su camino creativo y vital, el destino de la galería queda afectado por una serie de condiciones que han influido en la vida del artista, ambos rumbos confluyen ahora unidos por un mismo cauce.
Quizá el agua que fluye por un afluente piensa "mi camino siempre será igual hasta llegar al mar, fluiré siempre en este pequeño cauce rodeado de árboles", puede que se resista a aceptar que dentro de poco pasará a formar parte de un gran río, muy caudaloso, en el que ni siquiera podrá ver sus orillas.
Cada frase de la obra de k-ant, cada imagen, cada bit, representa una parte de su camino creativo que ahora se une al de la galería y ambos serpentearán juntos hacia su nuevo y desconocido destino en una nueva etapa vital en la que, como uno solo, viajarán juntos.


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